Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Comienzo a verme de la misma manera que me siento. Empiezo a darme
cuenta que no existo. Oigo voces como bits que llegan en la baja
noche y se mantienen un rato cada vez más corto, cada vez con más
pausas en medio y más largas. Murmullos de otro mundo, rezagos de otra
vida. No hay nadie en realidad. Soy yo aquí y más allá. Al irse las
palabras que imagino, me envuelvo en la tibieza de un sudario y muero un
poco más. Cuando mi mente resuelva que las voces se fueron resolverá
también qué debo hacerlo. Y todo lo irreal será otra vez la nada que
soy. Virtualidad. Como el sol que en el poniente busca no existir más, y
existe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario