Ayer nos besamos por primera vez. Los labios fueron a los otros, no los mios a los suyos ni los suyos a los mios: los ojos cerrados hicieron desaparecer dos seres que volvieron uno. Hurgadas las bocas y las lenguas, nos inhalamos exhalantes. Fundidos al abrazo la oscuridad nos acompañó. Inolvidables besos que hacen de ayer hoy.
©lfg-c
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