Ok es mi palabra conclusiva. Me duele usarla cuando no es en forma asertiva. Si me obligan a hacerlo reflejo mi incapacidad de continuar, o la imposibilidad de hacerlo. Mi fracaso.
A veces adquiere el carácter de un punto final que me entristece. A veces tendría que ser ese punto final.
§
Nunca tuve miedo de hablar con desconocidos ni lo tengo. Pero voy desarrollándolo a hacerlo con conocidos: es peligrosísima su actitud propietaria, prepotente, demasiado ilustrada, no pocas veces grosera, que conoce más de uno mismo que uno mismo y que juzga despiadadamente.§
No hay comentarios.:
Publicar un comentario