En el camino

Los buses entre ciudades tienden a ser muy silenciosos. No hay vallenatos ni reguetón , ni música clasica, ni nada. El murmullo del motor. Los colombianos son los que hablan mucho y hablan duro y se ríen de tal manera que, al menos en una ocasión las dos personas de adelante, en Inglaterra , empezaron a reír solo porque lo hacíamos. "Es contagioso" alcancé a entender. Hoy, en la ruta Ámsterdam Bruselas el bus está bulloso. En cada fila parecen hablar una lengua diferente. Se distingue el holandés, el alemán. el francés, el castellano de castilla y el castellano de Colombia, pero no se le entiende nada a nadie. Ni nuestro grupo se entiende.

La salud mental cuenta mucho y todos juzgamos. Alguien es líder y los demás seguidores.... Pero ¿hasta qué punto? Pues hay un punto que tiene que ver con la economía de energía. Y que tiene que ver con el sentido común, detenerse para escoger el andar. Hay que modularlas, hacer pausas, escoger los caminos de manera que se se corrija poco y se repita lo menos posible. Hay un tiempo, dijo el barbado...

"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;  tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;  tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;  tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;  tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;  tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;  tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.  ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?"

Mirábamos las flores, o sea, las pasábamos a la carrera y dije, bueno: hay que sentarse un minuto a contemplarlas, a meditar, no a verlas sino a mirarlas, respirarlas, admirarlas, sentirlas, asumirlas. Cuando terminé la frase estaba hablando solo: andaban ya a cien metros de distancia.

Igual pasa si es un cuadro, si es una escultura o la arquitectura o una mujer hermosa que pasa... O una multitud. 

Ver... Y mirar. No es lo mismo.

Hay cosas que hay que hacer cuando corresponde. El tiempo mejor es joven. Lo que hace la gente actual: andar el mundo no como una meta sino como parte del vivir. En compañía de quien participe de los mismos intereses. Planificando bien o no planificando del todo. Con una muda de ropa y ganas y despreocupaciones... vivir la vida. ¡Temperamento!, ¡Jóvenes!