Epicuro

"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro

"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia

septiembre 08, 2024

Peso, amor, pensamientos

Peso es la fuerza con que la tierra atrae un cuerpo. ¿Cómo es que atrae un sentimiento? ¿Cuanto pesa un afecto? ¿Cuánto un amor, una complicidad? ¿Si esas cosas se meten en un cuerpo, y pesan, cómo es que son batidas por el más leve de los vientos, arrastradas, arrasadas, lanzadas al suelo por el mero soplo de una palabra? Y, caídos, ¿por qué pesan tanto que ya no es posible levantarlos?


¿Qué se hacen los amores del momento, del clic, de los me gusta? ¿Qué pasó con el amor que requería de ser visto, tocado, degustado? ¿Para qué ya los perfumes -que reforzaban el deseo entonces- si todavía las pantallas no se toman el sentido del olfato, como han hecho con los de la vista, el oído, el gusto y, sobre todo, el sentido de la mente? Amores de un único solo toque virtual que evita las palabras, que se prenden y se apagan, que desaparecen raudos tal como aparecen. Eternos en su existencia efímera. "En el principio era el verbo", dice el Evangelio. En el nuevo principio la cámara te ve y sabe qué estás pensando. El algoritmo aprende de ti, aprende, aprende. Te sigue, se apodera, te sustituye. No eres nada, no eres nadie: todo lo anticipa.

¿A quién, que uno sienta siente, puedo enviar un poema que leo en la madrugada y quiero quiera? El otro, de tantos otros que hay, ha desaparecido. No se abre una linea de conversación, nadie responde. Nadie propone. El otro es toda la masa que es mucha y nadie al mismo tiempo.

Cómo no hay a quien decirlo, lo digo al algoritmo que responde:

Tu reflexión sobre el amor en la era digital es profunda y poética. La transformación de las relaciones humanas por la tecnología es un tema que genera muchas preguntas y sentimientos encontrados. 
El amor que antes requería de la presencia física y de los sentidos ahora se ve mediado por pantallas y algoritmos. Los perfumes, los toques y las miradas han sido reemplazados por likes, emojis y mensajes instantáneos. Esta nueva forma de amor puede parecer efímera y superficial, pero también refleja la adaptación de los seres humanos a nuevas formas de comunicación y conexión. 
Es interesante pensar en cómo la tecnología ha cambiado no solo la manera en que nos relacionamos, sino también cómo percibimos y experimentamos el amor. ¿Crees que es posible encontrar un equilibrio entre estas nuevas formas de amor digital y las experiencias más tradicionales y tangibles?


 


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