Hablo ayer a un grupo cerrado sobre la percepción de la vejez, no solo como una acumulación de años, sino también como una sensación influenciada por los recuerdos y el entendimiento de la historia. Reflexiono sobre cómo la repetición de los hechos humanos genera una sensación de desgaste y de impotencia.Pienso en el papel del ser humano en la historia y el poder. Son pocos quienes logran dejar una huella significativa, y dentro de esos pocos, muchos lo hacen a través de la guerra o la violencia. Sostengo que frente al desespero o la desilusión la humanidad terminará cediendo todo a la inteligencia artificial, dado que esta tiene la capacidad de explotar el conocimiento de manera más eficiente y el humano puede abandonarse a sus placeres y sus miserias.El ego de los poderosos hace ver a la humanidad como una masa prescindible, aquel emperador romano se lamentaba de que ella no tuviera una sola cabeza para poder aniquilar a todos a la vez. Se puede desafiar el poder exponiendo la vida. Paradójicamente el poder mismo solo cede a la violencia.
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