Notas de Aire

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

1.
Paro en la carretera a tomar algo. Me ofrecen jugo de caña de azúcar. Lo acepto, aprehensivo. Un gozque de ojos amarillos y tristes se acerca. Vela. No espera que le de nada. No sé si él es el triste o si lo soy yo. O si su mirada triste no hace más que devolver la mia. La señora toma los dos mil pesos que le brotó la tierra. Cuando reanudo la marcha el perro ha desaparecido. Acomodo el espejo. Ahí está.

2.
Su mano no correspondió a mi mano. Sus sonrisas fueron escasas como sus miradas directas. Pero su abrazo fué franco, abierto, enorme.
Todo cambia.

3.
Dos policías me sobornan trece mil pesos. "Es lo que vale un cuarto de aceite para la moto" dijo el más jóven al devolverme los papeles.

4.
Por un instante las palabras se atragantaron.
"Sólo sé conjugar como es “amando”
ni supe ni sabré como es “amaba”"

5. Mientras llegan las ocho de la noche y termina la restricción prendo el radio. Recuerdo que en el colegio por primera vez me aproximé con algo de seriedad a la música clásica. (Papá solía poner la Radio Nacional, en que solo se escuchacha esa música). Un monje me vió solo en la Biblioteca, estaba enamorado en esos días de un libro de Selma Lagerlöf que por cierto ahora está aquí al lado, entró, prendió el equipo de sonido, puso Pedro y El Lobo y se fue sin decir nada. Allí me quedé solo escuchándolo porque el libro pasó con la narración a segundo plano.

6.
Decido quedarme despierto para ver como duermo. Al despertar -al quedarme dormido- y verme así no se cual de las dos pesadillas es peor.

7.
Deshago mis pasos
los camiones que vienen me hacen guiños
los dejo pasar

8.
No sé a donde me arrastrarán los vientos. Floto en lágrimas tormentosas. Pido perdón por mi existencia. No tuve culpa en ello.

*