Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
"Si quieres llegar a viejo, hazte viejo temprano". Encuentro esa tontería, que debe proceder de algun sabihondo puesto que la ponen en latin, al andar buscando otra cosa. Qué pereza, pienso, ser un viejo viejo, o un joven viejo, o ser un viejo joven. Qué pereza ser un viejo de eso o de lo otro. Qué pereza ser, para serlo. Mejor dicho: ¡qué pereza!.
Jesús, el de Narareth dijo 33 y ahí plantó. Ya estaba bien de hacer milagros. Lo supo cuando Lázaro fue a reclamarle: "Ya habia dejado de pagar facturas, hombre, ¿y vos me pones otras vez en esas?". El pobre Jesús, como si hubiese leído a Balzac pensó: "No hagas nunca un favor que no te hayan pedido" y, a regañadientes, se subió a la cruz. Y allí encontró más motivos. El fastidioso de la izquierda, que nunca está contento, lo desafiaba: "Hacele pués, sálvate tu mismo y a nosotros". Silencio. El del otro lado, el de la derecha siempre dócil, siempre dulce, siempre interesado, no menos egoista, le susurra: "Acuérdate de mí cuando estés en tu reino". "Hoy estarás conmigo en el Paraiso" le respondió. maestro al fin y al cabo, creo que por cansancio. Por quitárselo de encima, como se dice.
Los tres fueron al paraíso aquella tarde.
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1 comentario:
la misericordia sobrevive; la mortalidad se encuentra cada segundo incólume ante la presencia de la muerte, que para colmo termina por ser mujer.
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