Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
A lo bello todo le parece feo, a lo feo todo le parece bello.
Lo bello se apena de juntarse con lo feo, lo feo se enorgullece de juntarse con lo bello.
Lo bello se despide, lo feo se queda mirando, alucinado.
Lo bello da, lo feo recibe.
Lo bello otorga, lo feo acepta.
Lo bello niega, lo feo admite.
El feo todas las veces las considera última.
Mete en ello su ser.
Se involucra.
Para lo bello es otra vez.
Puede que haga y deje hacer pero su ser no está.
No se involucra, se complica.
El uno complace el otro se complace.
Para el feo lo demás es todo; para el bello, él puede serlo todo.
Onassis, feo, cubría de rosas a Maria Callas.
Jackeline hizo que Onassis la hiciese naufragar en lujos.
María murió de Onassis. Onassis de Jackeline. Jackie de pena. María de amor. Onassis de depresión.
Lo bello marcha hacia lo feo, lo feo ya llegó.
Ser bello debe ser muy bueno.
La belleza es efímera pero la fealdad eterna, decía mi amigo que era feo.
"Prefiero bella efímera a fea eterna" respondía mi amiga que era bella.
El uno sigue siendo feo, la otra ya lo es.
Todo esto dicho por un feo que envidia.*
Epicuro
"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia
marzo 07, 2010
De lo bello y de lo feo
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