Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Estaba pensando si se vale echar en un vaso de mermelada un montón de colores robados al arco iris y al ocaso. Agregar un poco de música de Ludovico Einaudi, un poema -cantado- de Leonard Cohen, algunos aromas del campo al atardecer cuando brotan de las azaleas o de los jazmines, y también el trino del gorrión que se posa frente a mi ventana, más unas moléculas del sabor de la pitahaya.
Cerrarlo con un pedacito de tela de colores y una cinta.
Etiquetarlo: "Delicado. Abrir y dejar escapar a voluntad. Mantener al alcance de los niños. Envase reutilizable para los mismos fines."
Y dártelo de regalo.
Feliz Navidad.
Feliz, muy feliz vida.
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