Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Solo quería contarte que fui a la playa en San Francisco. A esa muy grande, Ocean Beach, al extremo del Golden Gate Park. En pleno verano la brisa soplaba muy helada y eran como las cinco de la tarde. Pero me quité los zapatos y me metí al mar hasta las rodillas. Mar helado que no detiene a algunos que con sus tablas y trajes de neopreno lo desafían para montar sus olas. Fue un instante de placidez muy bello. Uno de los mejores de la vida.
Recordé que hicimos hace años un trato tu y yo cuando venus era nuestro lucero y las estrellas nos cabían en la mano. Caminaríamos -soñamos- por las playas de Bari y veríamos el atardecer desde alli, y nos quedaríamos hasta el amanecer. Llevariamos vino y un libro de poemas de Alejandra Pizarnik. Éramos muy jóvenes. Bueno, lo eras tú pués jamás yo lo fui. Ya no será posible, me parece. Mi tiempo se termina. Si llegaras a ir, iré contigo si te acuerdas de mi cuando lo hagas.
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