El ministro de hacienda le libera a Olmedo López Director de la Unidad de Gestión de Desastres, o gestor de los mismos en este caso, dos veces 700 mil millones. 1,4 billones de pesos para apoyar congresistas, con nombre preciso según publica la prensa: Andrés Calle, Iván Name, Wadith Manzur y Julio Elías Chagüi, y los que aparecieron recientemente: Liliana Bitar, Karen Manrique, Julián Peinado, Juan Pablo Gallo y Juan Diego Muñoz Cabrera; lugares, alcaldes y contratistas ya determinados esperaban de afán la plata, los ministros apuraban por ella y los asesores de la casa del presidente, que pena con el prócer cuyo nombre lleva esa cueva de ali babá. En cuestión de días desaparecen o se envolatan cientos de miles de milones, según reconoce en la televisión el reemplazo de López. No fueron unos ladrones de poca monta. Fueron los que tienen el poder. Alguno pasará unos meses, si los pasa, en algún cuartel por cárcel, o en su casa jugando ping pong. La plata no vuelve, como no volvió la de Abudinem, ni volverá la de la PTAR de Aguas de Manizales.
Mientras, usted y yo nos reventamos para pagar impuestos y vemos como la reforma tributaria aporrea al trabajador, al profesional independiente, al empresario. Para que "el estado", mejor "el gobierno" tenga plata para robar.
El preboste al tiempo que pide perdón por la corrupción, pide aplausos por su eficiencia. Se le rieron por esto.
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